miércoles, diciembre 13, 2006
La muerte de Pinochet.
Obviamente que los sentimientos que genere la muerte de Pinochet son completamente personales (e intransferibles). Por ejemplo a Mantica, como a mucha gente, le dolió mucho la muerte de Carol Wojtylla y todos sabíamos que en algún momento el tenía que morir. La discusión es si este fallecimiento ayudará a esclarecer el periodo obscuro en que el dictador estuvo en el poder, si la ausencia del personaje emblemático servirá para impartir justicia. De todas formas no deja de ser irónico que el modelo de paz romana que mantenía el general en chile (y algunos colombianos querrían ver en nuestra colombia) ahora esté siendo añorado por aquellos que destronaron a Sadam.
Archives
julio 2005 agosto 2005 septiembre 2005 octubre 2005 noviembre 2005 diciembre 2005 enero 2006 marzo 2006 abril 2006 mayo 2006 junio 2006 julio 2006 agosto 2006 septiembre 2006 diciembre 2006 enero 2007 febrero 2007 marzo 2007 abril 2007 mayo 2007